domingo, 29 de marzo de 2015

HOMBRES DIABLO I

Título: Los Hombres Diablo.
Autor: Daniel Arturo H. Soto



Arden los dedos de coraje
y duele el acta de nacimiento en el apartado donde dice  nacionalidad, y el plástico en la cartera para ejercer la democracia es una ofensa, manipuleo en la danza perfecta de los que tejen la opinión apropiándose del dolor haciendo de nuestras penas una campaña más, un  nacionalismo vulgar un patrioterismo pueril, un mexicanismo falaz, que duele.

Duelen las hordas de gremios magisteriales unidos a la defensa de los centavos pero no de la vida, no para defender el espíritu de sus obligaciones: LOS RURALES.

Duele Lucio Cabañas, Genaro Vázquez e Isidro Burgos semillero de muertes que nunca deja de regar la tierra con la sangre caliente de sus estudiantes a ellos les duele, les enferma y les mata la “Ruta de balsas” triangulo montañoso corredor de sustancias malditas entre Puebla Guerrero y Oaxaca, duele Tierra Caliente, duelen las rutas a Michoacán, duelen los olvidados, los ignorados, los oprimidos y los obligados que somos todos, igual que ellos, duele porque fallamos, nos usaron de nuevo y ni cuenta nos dimos,
ya nos dormimos ,  otra vez.

Y el despertar de un perro milenario, de barrio, por fin devorando una serpiente encorbatada en vísperas de Guadalupe se convirtió en una estrella más de las estrellas.
Nos infectó la enfermedad del sistema, dosis ponzoñosa solución letal que nos lleva al sueño profundo, dicen los que saben que los perros abren los ojos a los quince días, pero se cuenta con tristeza que embrujados algunos Mexicanos, no los abrirán nunca…

Cuando el globo está por tronar dispersan un poco de aire caliente, la válvula de escape al abrir libera gritos, rapiña, saqueos, y uno que otro policía muerto al que el sistema considerara mártires dignos de busto en zócalo municipal, víctimas de la turba incandescente que habrían de morir para ver los mares apaciguarse, Pensarose que una cifra más del seguro social y la pensión de un par de viudas mitigaría la rabia de un país completo. Tenían razón. Los hombres diablo te conocen más que tú así que saben cómo piensas, y sirvieron en charola de plata cabeza de gaviota en desayuno semana completa y en elucubraciones absurdas medio pueblo hayo provecho al sentir lacerada en burla a la mujer del Macho Alfa. Machos pues, Machitos, amachínense pero Machín.

Tú no tienes la culpa Ciudadano Mexicano, tú no tienes la culpa, al nacer el orden mundial estaba puesto y diseñado para hacerte pensar  que eres el del error y todo debe perecer igual. Tú no tienes la culpa. Siéntate, prende tu tele mi hermano, olvida la protesta pueril cual moda pasajera sin la espera, a los nietos, de los suyo,  y los míos y los de ellos y los suyos y los suyos y los suyos y los suyos y los suyos,         tengan un poco de mejor suerte… Se cuenta que acá por estos rumbos, nació una nueva raza de hombres diablo.
Por lo pronto, Salud.


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