jueves, 27 de septiembre de 2018

El adiós de la bruja


El adiós de la bruja

Conjuros, palabras prohibidas,
Libros escritos en la oscuridad,
Anzuelos tallados en lomos de reptiles serenados a la luz de la luna
Los códices fueron alterados, entregaron antídotos falsos vueltos palabras que envenenaron el mundo.
Es valiente quedarse callado cuando todos los mantras al salir de tus labios se vuelven trozos de cristal. Los míos roídos pronunciaron palabras talismán que atravesaban la carne, era la combinación de ciertas palabras en lenguas antiguas pero también al español surge la suerte, al acomodarlas de cierto modo en cierto tono y al murmurarla en su oído, dibujaba paisajes sonoros de flores secas y al andar, el crujir de sus pétalos de rosas, negras, al ser aplastados por las plantas de sus pies, arrojaban un aroma a clavos mohidos, a sangre seca, a costras curtidas,
Ellos se miraron no entendían por qué cada mota de sus labios se convertía en hiel al tocar el viento, en el simple transcurrir de sus labios a su oído. Susurraron sobre las hojas de los arboles a ver si así el veneno se neutralizaba pero no, ni los arboles perdonaron los lamentos de todas sus vidas pasadas.
Y cogieron sus manos y sacaron sus ojos como Edipo, y se cambiaron los ojos y entonces miraban al revés, miraban con los ojos del otro, y solo así ella pudo entender la tragedia que atravesaba esa boca de sal de gusano prendida de su pechos blancos, los dedos que tocaban su sexo y despertaba un fuego dormido que olía a sempiterno, estaban malditos. Ella se sentó en la piedra quiso, abrazar el drama, hacer que lloviera flores en el desierto, pero en lugar de agua para los sedientos llovieron granos de pimienta, y se alimentaron de pimienta varios días.
El también vio cosas cuando miro hacia adentro con los ojos de ella
Tempestad de aguas purpuras estrellaba todo contra los muros
Había un bosque ardiendo, el único lugar donde podían tocarse
Intentaron hacer como que no les dolía, hicieron de cuenta como que no, la piel curtida con el tiempo soportaría cualquier martirio, como si ese lugar no fuese un desierto de aves sin ojos, de códices alterados que pusieron en nuestras manos agujas e hilos de plata para cocernos los labios de forma involuntaria.  Y entonces se miraron, sabían que ese instante era infinito, y se devolvieron sus ojos, pero solo uno, a partir de ahora tatuajes de fuego en la piel por donde había andado su saliva dejo la carne roída al paso, y un ojo, de un color distinto los acompañaría, un ojo que no les pertenecía pero era parte de su mirada, andarían sus caminos y anduvieron en direcciones opuestas desde entonces, pero de entonces siempre pudieron ver a través de la mirada del otro,  en que se había convertido la tierra que todas las mujeres y todos los hombres tenían el mismo rostro,  las mismas cicatrices presas de los mismos conjuros invertidos. Salvo aquellos que usaban sombreros de ala larga y aquellas vestidas de negro, cargaban pluma curada de águila transparente, invisible a miradas ajenas, al escribir con ellas cobraba autonomía y soltaba rezos que curaban el espacio unos instantes, y solo en esos instantes, se podía sentir la verdad. Ellos caminaron para siempre en direcciones opuestas volviendo sus recuerdos olvido, escribiendo con plumas de alas de pájaros blancos, para recordarse de la forma en que de verdad eran, sin mascaras de distintos universos.


jueves, 1 de marzo de 2018

De los Vatos y otros Demonios (Solo te quiero para Coger)


Es curioso, como siempre llegan a mí, historias de desosiego, creo que tengo oído de escritor, es una capacidad innata (heredada de mis abuelos) que permite a las personas abrir su corazón con este extraño, que en un abrir y cerrar de ojos se puede transmutar al espejo de su maestro interno, un hermano, o simplemente un tímpano. Encontré estadísticamente, siendo yo parte de la misma cifra oscura: EL TORMENTO EN EL ROMANCE, viene de la mano del genero que me toco en esta vida. A su vez sé que he sido mujer tantas veces, pero cada que regreso envestido en fuerza fálica es inevitable lacerar mujeres los primeros años de mi existencia. No victimizo a ellas, pero deduzco que hay algo su ser que las vulnera al abrir el corazón, cuando eso sucede, no siempre, pero generalmente en la contra parte surge la anti naturaleza, porque una parte de mi me dice que no es natural subyugar el amor bajo ninguna circunstancia, es anti natural vincular el afecto a la sumisión. Para dejar de sufrir, mi respuesta siempre está relacionada a una filosofía que apenas alcanzo a ver esbozos, simples destellos, pero es profundo el poder de la QABALAH, que a veces la punta del iceberg permite tocar el cielo. Es sencillo, para que el milagro suceda tiene que operar la alquimia primaria, la más elemental, la que sucede en el corazón, la formula y el ritual tiene como elemento principal: el amor y la transmutación en la conciencia-  se pensaba en la antigüedad que los alquimistas convertían metales en oro, lo cual ni se admite ni se niega sino todo lo contrario, la realidad es que los grandes misterios de la humanidad son simbólicos. De lo que se trataba era de transmutar las emociones (entre otras cosas) de tal forma cuando ocurre la tragedia, cuando el corazón está roto o humillado, la respuesta es amar ese drama, e identificar el suceso promoviendo en uno o en una misma, que nunca vuelva a suceder. Cuando alguien te lastime, si, aléjate, pero permite que el canal para trascender ese sufrimiento, sea el perdón y el amor, aquel aquella que lo hizo ha pasado a formar parte de una larga lista de maestros, que nos enseñan eso que jamás debemos permitir, se identifican los rasgos y cuando vuelven a presentarse, al menos la decisión ya es consiente y el dolor es opcional. Pero si es necesario, amar esa causa, para que el efecto, sea inversamente proporcional a la tragedia. Claro está, las respuestas y los antídotos no se hallan en la superficialidad, de un artículo de un blog de internet, o si (rara vez). Está en los libros, pero al menos, si alguno alguna de ustedes, querido lector lectora, se allá con mis palabras, esta sabiduría judía, funciona para equilibrar la energía y tiene resultados tangibles en el cotidiano, y resultados poderosos en la espiritualidad. Cada quien decide en lo que cree, lo cierto es que algunos pensamientos tienen mucha más fuerza que las palabras. Busquen, y hallaran, si les intereso el tema, busquen a un escritor de nombre Yehuda Berg; es un autor muy sencillo y fácil de entender, finalizo este texto, citando algunos de los principios que el menciona en uno de sus libros y se relaciona con todo lo leído líneas arriba.
1.- DUDA DE TODO CUANTO DIGO: VE Y COMPRUEBALO
2.- Nunca – y eso significa nunca – culpes a otras personas o sucesos externos.
9.- Los obstáculos son nuestra oportunidad de conectar con la Luz.
10.- Cuanto mayor sea el obstáculo, mayor es la Luz potencial.
11.-Cuando los desafíos parecen abrumadores, inyecta certeza. La Luz siempre está ahí.
12.-Todos los rasgos negativos que detectas en los demás son un mero reflejo de tus propios rasgos negativos. Sólo si cambias tú mismo podrás ver el cambio en los demás.
13.- Ama a tu prójimo como a ti mismo. Todo lo demás es mero comentario. Ahora ve y aprende.

Ojalá le sirva a quien le tenga que servir. Buen día. “LOS Y LAS QUE TENGAN OJOS, QUE VEAN”
Daniel H. Soto.