jueves, 19 de septiembre de 2019

EL #TEATRO #PIPOPE y yo:
Ayer me hicieron caritas de extrañamiento, cuando dije que #soySuperFAN del Teatro Poblano, tal vez es por que yo soy un hombre de pueblo, naci en un pueblito que tuvo 40 mil habitantes cuando mi madre enterro mi ombligo, en #Huixtla #Chiapas, al sur del sur de Mexico, el penultimo pueblito importante de la Matria antes de abrazar Guatemala, justo por donde el pais se acaba.

En 18 años de mi vida, solo vi una obra profesional cuando tenia 9, de ahi pal real el unico teatro que habia en mi tierra era el que yo y mis compis de la primaria, secundaria y prepa asiamos, por eso valoro tanto, las manifestaciones artisticas en todas sus formas, EL PROXIMO AÑO REGRESO A CHIAPAS, quiero hacer tres años teatro en mi tierra, entonces aprovecho para ver absolutamente todas las obras de teatro posibles, disfruto tanto, cada que escucho: ESTO ES TERCERA LLAMADA, TERCERA, COMENZAMOS. Yo creo que si he visto 33 obras de distintas compañias poblanas es poco. Y me faltan, soy como un adicto de la escena teatral local. Por que se que en un año cuando vuelva al pueblo, ni siquiera voy a tener ese teatro, el que te deja aprender bastante, por que se miran las costuras del traje; tambien creo que la gran mayoria hace su mayor esfuerzo arriba de un escenario, por que estar arriba no es facil, y cada quien anda en su proceso, y el proceso dura muchas muertes, no una sola existencia. Asi que cuando veo algo muy tierno o muy prematuro, vibro con ellos, sonrio, aplaudo como un loco, y valoro cada instante de ellas y de ellos, de la historia que cuentan y como me la cuentan. Yo soy de esos, que podrian ponerle una carpa en tierra mojada, a media calle junto a un campanario o un merolico, y vivir eternamente contento escuchando una historia distinta de la gente del pueblo. Jodido, pero contento. Tambien admiro a los grandes grandes, ejecusiones poderosas que vibran en otra frecuencia, compañias que en su universo integran gente tan obsecionada con la perfeccion, que al ejecutar uno encarna desde la butaca, pero ellos ya no necesitan mi calor, ellos ya son, yo voy mas ahi donde hace falta.
De mi eterna soledad, de mi anciedad obseciva por que alguien me cuente una historia, de los 18 años que pase sin ver a un adulto jugando al teatro, ahi nace mi amor por el teatro de provincia, ese que lucha, ese que sabe que le falta, ese que a veces no le alcanza, ese que a veces esta vacio, en el teatro poblano, en los teatros vacios, y en la mirada esperanzada de la compañia AHI ESTA DIOS.